La Navidad se ha vuelto en una celebración en donde se tiene en mente muchas cosas, como los regalos, las vacaciones, la comida, y se ha dejado aun lado la verdadera razón de porqué celebramos en estas fechas el nacimiento de Cristo. No podemos pretender querer celebrar el nacimiento de Jesús cuando el invitado no está presente e incluso no nos importa celebrarlo.

Debemos entender que este día y en la vida del cristiano, Jesús gira en torno a todo y mucho más en este día, es necesario recordar a qué vino este bebé a este mundo, cuáles fueron sus circunstancias, pero lo más importante cuál es el verdadero mensaje de su nacimiento: Y ese mensaje es que salvaría a su pueblo de sus pecados, aquellos que creen con fe, son llamados a la salvación y al arrepentimiento de sus pecados para ser librados de la vida eterna.

¿Cual es la verdadera razón por la que celebras Navidad?

(Lucas 2:8-14) Este pasaje habla de un gran regalo que se le daría al mundo, habla completamente de la gloria de Dios. Debemos entender que Jesús fue una profecía que se anticipó 700 años antes de su llegada con el profeta Miqueas, y que se dio exactamente como Dios lo prometió.

Jesús no vino a salvarnos de nuestros fracasos, el vino a salvarnos de la condenación eterna a causa de nuestro pecado. Cristo fue ese bebé que determina la eternidad de la vida de cada persona que ha de nacer.

En estos versículos se mencionan a Jesús como:
Cristo - El Ungido
El Señor - Dios
Entender estos títulos que El tiene, es comprender verdaderamente que Jesús es Dios y lo que significa en la vida de cada creyente

La sumisión es un concepto bíblico y es una obligación del creyente el de someternos los unos a los otros. Como hemos estudiado la sumisión de la mujer sólo está limitada a su esposo y esto no quiere decir que la mujer esté por debajo del hombre, simplemente que Dios creo a la mujer para ser ayuda idonea y al hombre como cabeza de su hogar.

Estudiaremos 4 formas en como debe de ser la sumisión
1. La forma en la que debe de ser la sumisión
2. El motivo de la sumisión
3. El modelo de la sumisión
4. El alcance de la sumisión

​El día de hoy estaremos estudiando sobre el terrible pecado de la murmuración y como cristianos debemos de analizar lo grave que lo ve la Biblia y cómo debemos de considerarlo como algo terrible.

Santiago habla en estos dos versículos sobre ella y la prohíbe, ya que la murmuración es calumniar y busca destruir la reputación de la persona afectada.

La lengua en el cristiano es la prueba de su fé, y la boca habla sobre lo que abunda en nuestro corazón, si en nuestra vida es una constante estar hablando de las personas (aunque sea verdad lo que decimos), debemos de examinarnos porque probablemente estemos llenos de orgullo, envidia y celos y no haya una verdadera salvación en nuestra vida.