Honrar a nuestros padres no significa estar siempre de acuerdo con ellos, pero sí implica respeto, gratitud y humildad. Este testimonio no es solo una historia personal; es un recordatorio para todos nosotros —seamos jóvenes o adultos, creyentes o no— de lo frágil que es la vida, y de lo necesarias que son la humildad, el perdón y la restauración. Si has fallado, si has dicho cosas de las que te arrepientes o has actuado con orgullo, no es tarde para pedir perdón. A veces, un “perdóname” o un “gracias por lo que haces por mí” puede cambiar el ambiente de un hogar entero. “La blanda respuesta quita la ira, mas la palabra áspera hace subir el furor.” – Proverbios 15:1 Si tienes la oportunidad de pedir perdón, hazlo hoy. Si puedes llamar a tu padre o a tu madre y decirles cuánto los amas, hazlo sin esperar el “momento perfecto”. Y si no los tienes contigo, honra su memoria viviendo con sabiduría, gratitud y respeto por lo que fueron. También, si estás confundido o luchando, no te aísles. Busca consejo. Habla con creyentes mayores que puedan ayudarte a ver las cosas con más claridad. Hay sabiduría en rodearte de personas que te aman y que quieren lo mejor para ti. Y sobre todo, recuerda esto: honrar a tus padres es también una forma de honrar a Dios. Aunque ellos no sean perfectos —como ninguno de nosotros lo es—, Él te ha puesto bajo su cuidado por un propósito.
0 Comentarios
Tu comentario se publicará después de su aprobación.
Deja una respuesta. |
ArtículosArtículos para el crecimiento espiritual del cuerpo de Cristo. Archives
Julio 2025
Categories |
Iglesia Bíblica de la Gracia Puebla
Horarios: Domingo 11:00 am Todos los derechos reservados |